La frase se refiere al hecho de que hay ciertas tareas que requieren un cierto tiempo para completarse, independientemente de cuántas personas estén trabajando en ellas. En este caso, la frase se refiere al embarazo y al parto: sin importar cuántas mujeres trabajen en un embarazo, el proceso de gestación de un bebé generalmente dura aproximadamente nueve meses.
La frase se puede interpretar en términos más amplios como un recordatorio de que algunas tareas simplemente no pueden acelerarse o dividirse en fragmentos más pequeños para que se completen más rápidamente. Algunas tareas requieren una cantidad específica de tiempo y esfuerzo para completarse, y no importa cuántas personas estén trabajando en ellas, esa cantidad de tiempo y esfuerzo no puede ser reducida. Por lo tanto, la frase sugiere que es importante tener una comprensión realista del tiempo y los recursos que se necesitan para realizar una tarea y no tratar de acelerarla o hacerla más rápida simplemente aumentando la cantidad de personas que trabajan en ella.
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